7 Monumentos de Europa para visitar alguna vez

Torre Eiffel
Torre Eiffel

Europa es un continente lleno de historia, cultura y belleza arquitectónica. Esto se puede ver de muchas maneras, pero ninguna tan clara como en sus icónicos monumentos.

Desde majestuosas catedrales hasta antiguos anfiteatros romanos, cada uno de ellos es testigo de siglos de historia y de la grandeza de las civilizaciones pasadas. Por eso, si estás buscando inspiración, te presentamos una selección de los siete monumentos europeos que debes visitar alguna vez en tu vida.

La Torre Eiffel

Como uno de los íconos más reconocidos en el mundo, la Torre Eiffel representa la grandiosidad y la elegancia de París. Diseñada por Gustave Eiffel en 1889, esta impresionante estructura de hierro de 324 metros de altura ofrece vistas panorámicas incomparables de la Ciudad de la Luz.

Es recomendable comprar las entradas con anticipación y llegar temprano a la torre, al igual que en la mayoría de los otros lugares, debido a las largas filas que suelen formarse.

El Coliseo

Con más de dos mil años de antigüedad, el Coliseo es una maravilla arquitectónica que evoca la grandeza del Imperio Romano. Este anfiteatro, construido en el siglo I d.C., fue escenario de sangrientos combates de gladiadores y espectáculos públicos.

Su diseño innovador y su capacidad para albergar a decenas de miles de espectadores siguen siendo impresionantes hasta el día de hoy. Explorar las ruinas del Coliseo y aprender sobre su rica historia es una experiencia que no debes perderte si visitas Roma, la ciudad en donde está ubicado.

La Acrópolis

Ubicada en la ciudad de Atenas, Grecia, la Acrópolis es la forma que tenemos en la actualidad de comprender la grandeza de la antigua civilización griega. Este conjunto arquitectónico incluye el famoso Partenón, un templo dedicado a la diosa Atenea.

La maestría con la que está esculpido cada mármol y la majestuosidad de las columnas, acompañadas por las vistas panorámicas de la ciudad hacen de la Acrópolis un lugar sagrado y una maravilla imperdible.

Catedral de Notre Dame

Como uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura gótica, la Catedral de Notre Dame es una obra maestra impresionante. Situada en la Île de la Cité, en el corazón de París, la catedral cautiva con su fachada y sus impresionantes vitrales.

Lamentablemente hoy no se puede visitar su interior ya que aún se continúan las reparaciones como consecuencia del incendio de 2019. Sin embargo, se estima que volverá a abrir sus puertas para el público en diciembre del 2024. Si esto es así, no deberías perderte la posibilidad de ingresar y explorar su impresionante interior.

El Palacio de Buckingham

Residencia oficial de la monarquía británica, el Palacio de Buckingham es un símbolo de la realeza. Su imponente arquitectura te dejará sin aliento, pero eso no es todo lo que este maravilloso lugar te puede brindar.

Presenciar la famosa ceremonia del cambio de guardia frente a las puertas del palacio es una experiencia verdaderamente fascinante. Ver a los guardias reales con sus uniformes tradicionales, marchando al ritmo de la música, es un espectáculo único que te sumerge en la tradición y el protocolo británico.

Por si fuera poco, cuenta con hermosos jardines que puedes explorar mientras alimentas a las ardillas de la zona.

La Basílica de San Pedro

Situada en el corazón de la Ciudad del Vaticano, la Basílica de San Pedro es un monumento de una belleza extraordinaria. Como la iglesia más grande del mundo, esta basílica es una obra maestra del arte y la arquitectura renacentista.

Desde lejos se puede ver su imponente cúpula, mientras que en su interior está repleta de tesoros como la famosa escultura de Miguel Ángel, la Pietà. Además de su belleza arquitectónica, la Basílica de San Pedro es un lugar de peregrinación para millones de personas, lo que le da una gran importancia espiritual.

La Capilla Sixtina

La Basílica no es el único atractivo de la pequeña nación del Vaticano. Ubicada dentro del Palacio Apostólico, la Capilla Sixtina es uno de los tesoros artísticos más famosos del mundo.

Creada por orden del Papa Sixto IV en el siglo XV, esta obra maestra renacentista es conocida por sus impresionantes frescos, especialmente el famoso techo pintado por Miguel Ángel. Las representaciones bíblicas que la completan hacen de la Capilla Sixtina un lugar asombroso e inolvidable, eso sí es un sitio de máxima afluencia de gente con lo que hay que comprar las entradas para la capilla sixtina por adelantado.