Gladys Marín fue una profesora y política chilena, destacada por su incansable labor en la defensa de los derechos humanos y la justicia social. Como presidenta y secretaria general del Partido Comunista de Chile, se convirtió en un símbolo de resistencia y lucha contra la dictadura de Augusto Pinochet. Su trayectoria parlamentaria incluyó los periodos 1965-1969, 1969-1973, y su reelección en 1973, antes del golpe militar que marcaría un quiebre en la historia de Chile.
A lo largo de su vida, Gladys Marín dejó frases llenas de pasión, compromiso y esperanza, que siguen inspirando a generaciones de luchadores sociales.
Frases de Gladys Marín
«Nunca hay que dejar de luchar, aunque en eso se nos vaya la vida.»
Una declaración de entrega total a la causa de los oprimidos, reflejando su inquebrantable espíritu combativo.
«Las llamo a ser mujeres plenas, a sufrir por el dolor ajeno, seamos solidarias y sensibles, enamorémonos todos los días, seamos ágiles, livianas como las mariposas y fieras ante la injusticia.»
Un mensaje dirigido especialmente a las mujeres, invitándolas a vivir con sensibilidad y pasión, pero también con la fuerza necesaria para enfrentar las desigualdades.
«La historia la hacen los pueblos y no los que gobiernan.»
Un recordatorio de que el verdadero poder reside en la gente, y que el cambio solo se logra a través de la organización y la lucha colectiva.
«Ser comunista no es solo declararse como tal, sino vivir con consecuencia cada uno de nuestros actos.»
Un llamado a la coherencia ideológica y a la práctica activa de los valores de justicia y solidaridad.
«Los derechos no se mendigan, se conquistan con lucha.»
Una frase que encapsula su pensamiento político: los derechos no son concesiones de los poderosos, sino el resultado de la movilización y resistencia popular.
«Nuestro pueblo tiene memoria y no permitirá que la historia se repita.»
Una advertencia contra el olvido y la impunidad, enfatizando la importancia de recordar el pasado para evitar que las injusticias se repitan.
Gladys Marín dejó un legado imborrable en la historia de Chile y Latinoamérica. Su lucha sigue viva en quienes buscan un mundo más justo, igualitario y solidario.