Frases de Teresa de Calcuta

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teresa de calcuta
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Teresa de Calcuta, de nombre secular Agnes Gonxha Bojaxhiu​ y también conocida como Santa Teresa de Calcuta​ o Madre Teresa de Calcuta, fue una monja católica de origen albanés​​ naturalizada india, ​ que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en 1950

Frases de Teresa de Calcuta

  • Nuestro examen de conciencia es el espejo en el que vemos nuestros logros y nuestras dificultades. Por eso debemos afrontarlo con sinceridad y amor.
  • Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto.
  • La ciencia más grande en el mundo, en el cielo y en la tierra; es el amor.
  • Para que el amor sea verdadero, nos debe costar. Nos debe doler. Nos debe vaciar de nosotros mismos.
  • Aprendemos a través de la humildad, a aceptar humillaciones alegremente.
  • Hay muchas personas dispuestas a hacer grandes cosas, pero hay muy pocas personas dispuestas a hacer las cosas pequeñas.
  • Nunca estarás tan ocupado como para no pensar en los demás.
  • Sabemos muy bien que lo que estamos haciendo no es más que una gota en el océano. Pero si esa gota no estuviera allí, al océano le faltaría algo.
  • Hay cosas que te encantaría oír y que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera. Pero no seas tan sordo como para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón.
  • La revolución del amor comienza con una sonrisa. Sonríe cinco veces al día a quien en realidad no quisieras sonreír. Debes hacerlo por la paz.
  • Lo que importa es cuánto amor ponemos en el trabajo que realizamos.
  • El dinero solo puede comprar cosas materiales, como alimentos, ropas y vivienda. Pero se necesita algo más. Hay males que no se pueden curar con dinero, sino solo con amor.
  • El amor es un fruto que madura en todas las estaciones y que se encuentra al alcance de todas las manos.
  • Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto, para llenar el corazón del que amamos.
  • La alegría profunda del corazón es como un imán que indica el camino de la vida.
  • Si no puedes alimentar a un centenar de personas, alimenta a una sola.
  • El hambre de amor es mucho más difícil de eliminar que el hambre de pan.