Los humoristas españoles de los 70 dejaron una huella imborrable en la cultura popular. En una época marcada por grandes cambios sociales y políticos, su humor supo conectar con el público, desdramatizar la realidad y hacer que millones de personas se rieran a carcajadas frente al televisor, en teatros o escuchando la radio.
Este artículo es un homenaje a aquellos cómicos de los años 70 en España que, con talento, carisma y estilo propio, supieron entretener a generaciones enteras y sentaron las bases del humor que hoy seguimos disfrutando.
El contexto: humor en una España que despertaba
Durante los años 70, España vivía tiempos de transición. El final de la dictadura franquista trajo consigo un aire de apertura y cambio, también en el mundo del entretenimiento. Aunque la censura aún estaba presente, muchos humoristas españoles de los 70 lograron esquivarla con ingenio y dobles sentidos.
El humor se convirtió en una herramienta social para criticar, para aliviar tensiones y para unir a la gente. Desde las revistas y los espectáculos en vivo hasta los primeros programas de televisión, el humor floreció de la mano de nombres inolvidables.
Los dúos y cómicos más icónicos de los 70
Martes y Trece (inicios)
Aunque su gran éxito llegaría en los 80, Martes y Trece comenzó su andadura a finales de los 70. En sus primeras apariciones televisivas ya se notaba su química y su particular estilo, mezcla de sátira, parodia y absurdo.
Tip y Coll
Uno de los dúos más carismáticos e inteligentes que ha dado el humor español. Tip (Luis Sánchez Polack) y Coll (José Luis Coll) ofrecían un humor surrealista, elegante y rápido, que triunfó en televisión y en directo. Su mítica explicación del funcionamiento de una caja fuerte o del diccionario sigue siendo legendaria.
Gila
Aunque su carrera comenzó mucho antes, Miguel Gila fue uno de los pilares del humor en los años 70. Su estilo inconfundible, con monólogos telefónicos y una crítica social disfrazada de inocencia, lo convirtió en un referente absoluto entre los humoristas españoles de los 70.
Su frase «¿Es el enemigo? Que se ponga» es ya historia del humor.
Eugenio
Con su característico cigarro, su copa de whisky y su eterna seriedad, Eugenio marcó a toda una generación. Sus chistes arrancaban risas sin que moviera un solo músculo. El secreto estaba en el ritmo, la pausa, y ese tono de voz grave que lo hizo único.
Chiquito de la Calzada (en sus comienzos)
Aunque la fama masiva le llegó en los 90, Chiquito ya actuaba como cantaor flamenco y humorista en los 70 en locales de toda España. Su estilo aún no era el que lo haría famoso, pero fue en esa década cuando forjó su arte sobre los escenarios.
Humor televisivo: el boom de los programas cómicos
En los años 70 la televisión comenzó a consolidarse como el medio principal de entretenimiento en España. Programas como Un, dos, tres… responda otra vez o Estudio 1 dieron cabida a muchos de los humoristas españoles de los 70, y permitieron que sus actuaciones llegaran a millones de hogares.
Además, otros formatos como Fantástico, Galas del sábado o El circo de TVE incluyeron secciones cómicas donde muchos talentos dieron sus primeros pasos.
El humor gráfico y los viñetistas
El humor en los años 70 no solo vivía en los escenarios. También lo hacía en las viñetas de revistas como La Codorniz o Hermano Lobo. Allí brillaron nombres como Chumy Chúmez, Forges, Perich o Gila (que también dibujaba).
Estos autores usaron el humor gráfico para comentar la actualidad, criticar a los poderosos y conectar con el público desde una perspectiva más reflexiva y mordaz.
Humor de barrio y de carpa: lo que no salía en la tele
No todos los humoristas españoles de los 70 triunfaron en televisión. Muchos de ellos recorrieron pueblos y ciudades actuando en salas pequeñas, carpas de feria y bares. Este humor de cercanía, a menudo más picante y popular, fue esencial para mantener viva la tradición oral y costumbrista.
Cómicos como Fernando Esteso, Andrés Pajares, o Antonio Ozores compaginaron el cine con actuaciones que arrancaban carcajadas en vivo. Su estilo directo, lleno de dobles sentidos y guiños al espectador, era ideal para la época.
¿Por qué siguen siendo recordados?
La clave del éxito de los humoristas españoles de los 70 está en su capacidad de conectar con la gente sin artificios. Muchos de sus chistes siguen vigentes hoy en día, y su legado continúa influyendo en las nuevas generaciones de cómicos.
Además, su humor, pese a los tiempos que corrían, no se apoyaba en la crueldad ni en el insulto. Era un humor con alma, con talento, y con una habilidad enorme para hacer reír sin necesidad de ofender.
Conclusión
Los humoristas españoles de los 70 fueron auténticos pioneros del arte de hacer reír. En un país que cambiaba a toda velocidad, ellos fueron un refugio de carcajadas y una válvula de escape. Desde los grandes escenarios hasta las pequeñas salas, su humor es hoy parte del ADN cultural español.
Recordarlos no es solo un ejercicio de nostalgia, sino un acto de justicia para quienes dedicaron su vida a hacernos reír. Porque como decía Eugenio: “¿Saben aquel que diu…?”.