¿Cuál es el origen de la expresión «beber los vientos»?

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¿Cuál es el origen de la expresión

La expresión «beber los vientos» tiene su origen en el ámbito literario y se refiere a un sentimiento de gran amor o deseo intenso por alguien o algo. Se utiliza para describir una admiración o devoción tan profunda que la persona parece estar dispuesta a hacer lo imposible por la otra persona o por aquello que le interesa.

Origen

El origen de la expresión se encuentra en la literatura española del siglo XVI, especialmente en la obra de Garcilaso de la Vega, uno de los poetas más importantes del Renacimiento. En sus sonetos y poesías amorosas, Garcilaso usa la imagen de «beber los vientos» para representar un amor tan apasionado y desesperado que la persona se ve consumida por él, como si estuviera buscando algo intangible o inalcanzable, como el viento.

En este contexto, la idea de «beber los vientos» representa el deseo de acercarse a la persona amada, como si se pudiera obtener algo inmaterial, como si los vientos pudieran ser bebidos y capturados. Es una metáfora que ilustra la intensidad y la dificultad de este deseo.

Significado

La expresión se usa hoy en día para referirse a alguien que está locamente enamorado o obsesionado con alguien, de manera casi irracional, o cuando alguien muestra una gran admiración o devoción hacia otra persona o algo. La imagen de «beber los vientos» sugiere que la persona está tan absorbiendo por su amor o admiración que actúa de manera que puede parecer irracional o inalcanzable.

Ejemplos de uso

  1. «Él bebe los vientos por ella, no puede dejar de pensar en ella.»
  2. «Estás bebiendo los vientos por ese coche, ¿te has vuelto loco?»

En resumen, «beber los vientos» es una expresión que refleja un amor o deseo tan fuerte que la persona parece estar dispuesta a hacer cualquier cosa, incluso lo imposible, para alcanzarlo.