El anís es una bebida tradicional con un sabor inconfundible que ha estado presente en celebraciones, sobremesas y fiestas populares durante siglos. Pero… ¿cómo se hace el anís? ¿Cuál es el secreto de su característico aroma y ese sabor dulce o seco que tanto gusta? En este artículo te explicamos todo el proceso, desde los ingredientes hasta el embotellado.
¿Qué es el anís?
El anís es un licor aromatizado que se elabora a partir de semillas de anís (Pimpinella anisum) o anís estrellado, y que puede ser dulce, seco o semidulce. Este licor tiene una alta graduación alcohólica y se consume tradicionalmente solo, con hielo o con agua, que al mezclarlo genera ese curioso efecto lechoso.
Además de su uso como bebida, el anís también tiene propiedades digestivas, y ha sido utilizado desde hace siglos en remedios caseros. Pero su popularidad se debe, sobre todo, a su sabor.
Ingredientes necesarios para hacer anís casero
Si te estás preguntando cómo se hace el anís, lo primero que debes conocer son los ingredientes básicos:
Semillas de anís (verde o estrellado)
Alcohol etílico de uso alimentario (96°)
Agua destilada o mineral
Azúcar blanco
Recipientes de vidrio esterilizados
Opcional: esencias naturales o especias como canela o clavo
Cada productor puede añadir su toque personal, pero esta es la base tradicional.
Paso 1: Maceración del anís
El primer paso de cómo se hace el anís es la maceración. Consiste en dejar las semillas de anís en remojo dentro del alcohol durante varios días.
Introduce las semillas de anís en un frasco grande de vidrio.
Añade el alcohol hasta cubrir completamente las semillas.
Cierra el frasco y guárdalo en un lugar fresco y oscuro durante al menos 7 días.
Agita suavemente el frasco cada día para potenciar la liberación de aromas.
Este proceso es clave para que el licor adquiera el sabor y aroma característico del anís.
Paso 2: Preparación del jarabe de azúcar
Mientras se produce la maceración, puedes preparar el jarabe. Este es el que determinará si tu anís es dulce, semidulce o seco.
En una olla, mezcla azúcar y agua en proporciones iguales.
Calienta lentamente hasta que el azúcar se disuelva por completo.
Deja enfriar el jarabe antes de usarlo.
Para un anís seco, usa poco jarabe; para uno dulce, añade más cantidad.
Paso 3: Filtrado y mezcla
Pasados los días de maceración, toca filtrar la mezcla y combinarla con el jarabe de azúcar.
Usa un colador fino o una gasa para filtrar las semillas del alcohol.
Mezcla el alcohol macerado con el jarabe de azúcar, probando hasta conseguir el punto de dulzor deseado.
Añade agua si deseas reducir el grado alcohólico (opcional).
Este paso permite ajustar el sabor final de tu licor.
Paso 4: Reposo y embotellado
Una vez combinados todos los ingredientes, el licor necesita descansar.
Deja reposar la mezcla durante al menos una semana para que los sabores se asienten.
Guarda el licor en botellas de vidrio esterilizadas y bien cerradas.
Conserva en un lugar oscuro y fresco.
Cuanto más tiempo repose, más redondo será su sabor.
Tipos de anís que puedes preparar
Si estás interesado en cómo se hace el anís, debes saber que existen varios tipos:
Anís seco: muy poco o nada de azúcar.
Anís dulce: con alta proporción de jarabe de azúcar.
Anís semidulce: equilibrio entre dulzor y fuerza.
Anís casero especiado: con esencias o especias añadidas como canela, nuez moscada o piel de naranja.
Cada uno tiene su encanto, y puedes experimentar hasta encontrar tu favorito.
Consejos para un anís perfecto
Aquí tienes algunos trucos útiles si quieres dominar cómo se hace el anís casero:
Usa ingredientes de alta calidad.
No te excedas en la cantidad de semillas, ya que el sabor puede volverse demasiado fuerte.
Filtra bien el alcohol para evitar residuos.
Prueba y ajusta la proporción de azúcar según tu gusto.
Si quieres un toque profesional, deja reposar el licor al menos un mes.
¿Es legal hacer anís casero?
Depende del país. En muchos lugares está permitido hacer licores caseros siempre que no se vendan. Si tu intención es solo para consumo propio o como regalo, no suele haber problemas. Pero si planeas comercializarlo, necesitarás permisos y controles sanitarios.
Disfruta del anís de forma responsable
Ahora que sabes cómo se hace el anís, recuerda que es una bebida alcohólica potente. Disfrútala con moderación, en buena compañía y en los momentos especiales. Y si decides prepararlo tú mismo, el proceso será tan satisfactorio como el primer trago.













