Koreanische Fried Chicken: el pollo frito coreano que está conquistando el mundo

Crujiente por fuera, jugoso por dentro y con salsas adictivas: así es el fenómeno del KFC coreano

koreanische fried chicken

El koreanische fried chicken no es un simple pollo frito. Es una auténtica explosión de sabor y textura que ha cruzado fronteras y se ha convertido en uno de los platos más deseados de la cocina asiática moderna. Desde los pequeños locales de Seúl hasta los restaurantes de moda en Europa y América, este pollo crujiente coreano está causando sensación.

Pero, ¿qué tiene de especial el koreanische fried chicken? ¿Por qué se ha vuelto tan popular? ¿Y cómo se diferencia del pollo frito americano tradicional? En este artículo te lo contamos todo: su origen, sus ingredientes, cómo prepararlo en casa y dónde puedes probarlo si aún no lo has hecho.

¿Qué es exactamente el Koreanische Fried Chicken?

El koreanische fried chicken, también conocido como KFC coreano, es una versión muy especial del clásico pollo frito. Se caracteriza por tener una doble fritura que lo hace increíblemente crujiente por fuera, sin quedar grasiento, y una carne tierna y jugosa por dentro.

Pero eso no es todo. Lo que realmente lo hace diferente es su marinado previo y su glaseado final con salsas dulces, picantes o agridulces. La más famosa es la yangnyeom, una salsa roja espesa a base de gochujang (pasta de chile fermentado), ajo, azúcar y vinagre. También hay versiones con miel y soja, o con sésamo y ajo.

Este plato suele servirse acompañado de rábanos encurtidos y cerveza fría, una combinación conocida en Corea como «chimaek» (de «chicken» y «maekju», cerveza).

Origen del Korean Fried Chicken: una historia reciente

Aunque el pollo frito existe desde hace siglos en muchas culturas, el koreanische fried chicken tal como lo conocemos hoy surgió en Corea del Sur en los años 70, tras la guerra de Corea. Fue entonces cuando las cadenas de comida rápida comenzaron a popularizar el pollo frito americano, pero los cocineros coreanos lo adaptaron a su manera, añadiendo sus técnicas y sabores tradicionales.

A partir de los años 90, el fenómeno explotó en Corea del Sur, y hoy en día es común ver cientos de franquicias de pollo frito coreano por todo el país. Con el auge del K-pop y las series coreanas en plataformas como Netflix, el koreanische fried chicken se ha globalizado rápidamente.

¿Qué hace tan especial al koreanische fried chicken?

1. La doble fritura

Esta técnica es la clave del éxito. El pollo se fríe primero a temperatura media para que se cocine por dentro, y luego se vuelve a freír a alta temperatura para lograr esa textura extra crujiente y sin exceso de grasa. Esta capa fina y crocante es muy distinta a la del pollo frito estilo americano, que suele ser más gruesa.

2. El marinado previo

Antes de freírse, el pollo se marina en ajo, jengibre, soja, sal y pimienta, lo que le da un sabor profundo incluso sin salsa. Algunas versiones también incluyen leche o suero para ablandar la carne.

3. El glaseado final

Después de la fritura, el pollo se baña o pincela con una salsa sabrosa que puede ser dulce, picante o ambas cosas. Esta salsa se adhiere a la superficie crujiente sin reblandecerla, y crea una explosión de sabores.

4. Acompañamientos y presentación

Los coreanos sirven este plato con rábanos encurtidos, cerveza, y a veces arroz blanco o fideos. También se acompaña de salsas caseras para mojar, como mayonesa picante o crema de queso.

¿Cómo preparar koreanische fried chicken en casa?

Hacer koreanische fried chicken en casa es posible, y aunque lleva un poco de tiempo, el resultado merece la pena. Aquí te dejamos una receta básica:

Ingredientes:

  • 1 kg de alitas o muslos de pollo

  • 2 dientes de ajo picados

  • 1 trozo de jengibre rallado

  • 3 cucharadas de salsa de soja

  • Sal y pimienta al gusto

  • 1 taza de harina de trigo

  • ½ taza de maicena

  • Agua fría

  • Aceite para freír

Para la salsa:

  • 2 cucharadas de gochujang (pasta de chile coreano)

  • 2 cucharadas de miel o azúcar moreno

  • 2 cucharadas de salsa de soja

  • 1 cucharada de vinagre de arroz

  • 1 diente de ajo picado

Preparación:

  1. Marina el pollo durante al menos una hora.

  2. Mezcla la harina con la maicena y un poco de agua hasta obtener una masa ligera.

  3. Reboza el pollo y fríelo a 160ºC durante 6-8 minutos.

  4. Sácalo, sube el aceite a 190ºC y fríelo de nuevo 2-3 minutos.

  5. Mientras, prepara la salsa en una sartén a fuego medio.

  6. Glasea el pollo con la salsa o sírvela aparte.

¡Y listo! Tu koreanische fried chicken está preparado para disfrutar.

¿Dónde probar el mejor Korean Fried Chicken?

Este plato ya se sirve en muchas ciudades del mundo. Si no puedes viajar a Corea, puedes buscar restaurantes de comida coreana en:

  • Madrid (restaurantes como Goobne Chicken o Nene Chicken)

  • Barcelona (Manna Korean Fried Chicken, GOGI)

  • Berlín (Chicken 4U, Angry Chicken)

  • París, Londres, Nueva York y otras grandes ciudades

También puedes encontrarlo en festivales de comida callejera y ferias de gastronomía asiática.

¿Es saludable el koreanische fried chicken?

Aunque es un alimento frito, el koreanische fried chicken puede ser más ligero que otras versiones si se hace con buenos ingredientes, fritura adecuada y en casa. Al no llevar empanado grueso ni rebozados artificiales, y al contener especias naturales, es una opción más equilibrada.

Además, si lo acompañas con verduras encurtidas y no abusas de la cantidad, puede formar parte de una comida especial sin remordimientos.

Conclusión: por qué deberías probar el Korean Fried Chicken

El koreanische fried chicken ha conquistado los corazones y los paladares de millones de personas en todo el mundo. Con su combinación de crujiente, jugosidad y sabor profundo, se ha ganado su lugar en el olimpo del street food internacional.

Si te gusta el pollo frito, este plato te sorprenderá. Si no te gusta, probablemente te haga cambiar de opinión. Ya sea en un restaurante coreano, en casa o como parte de una cena temática, el koreanische fried chicken es una experiencia que no te puedes perder.