En el mundo del motor, hay coches que quitan el aliento por su belleza… y otros que lo hacen por todo lo contrario. Sin embargo, hay una categoría aún más fascinante: los coches más feos del planeta Porque sí, existen vehículos tan extravagantes, tan raros o directamente tan feos que parecen sacados de una pesadilla… pero que valen lo mismo (o más) que una casa de lujo.
Y esto no es una exageración. En muchos casos, su valor está justificado por motivos como la exclusividad, la historia que arrastran o incluso su rareza mecánica. Así que, si te estás preguntando cómo algo tan poco agraciado puede ser tan caro, sigue leyendo. Te aseguro que estos modelos no te dejarán indiferente.
¿Qué hace que un coche sea considerado “feo”?
Lo feo es subjetivo, eso está claro. Pero hay ciertos modelos que despiertan casi un consenso universal: proporciones extrañas, colores imposibles, carrocerías descompensadas o simplemente decisiones de diseño que nadie entiende.
En esta lista vas a ver modelos que rompieron moldes… pero no precisamente para bien. Y aun así, forman parte del selecto club de coches que cuestan una fortuna. ¿Por qué? Vamos con los culpables.
1. Pontiac Aztek – El SUV del apocalipsis
Posiblemente el coche más mencionado en cualquier ranking de fealdad automovilística. El Pontiac Aztek parecía una mezcla entre nave espacial, todoterreno y juguete roto. Fue un fracaso comercial en su momento, pero hoy es una joya para coleccionistas, sobre todo desde que apareció en la serie Breaking Bad.
Precio actual en buen estado: hasta 30.000 euros.
Motivo del precio: rareza, culto televisivo, escasez de unidades en buen estado.
2. Fiat Multipla – El coche que dividió a Italia (y al mundo)
Con sus tres asientos delanteros y una línea de faros doble, el Fiat Multipla parecía diseñado por dos personas que no se hablaban. Y sin embargo, fue extremadamente práctico. Hoy se ha convertido en objeto de culto entre nostálgicos y diseñadores freak.
Precio actual en versión original bien conservada: más de 10.000 euros.
Motivo del precio: diseño icónico (aunque feo), comodidad interior, valor nostálgico.
3. Tatra 603 – Feo, comunista y caro
Este coche checoslovaco de los años 50 tenía una estética muy poco atractiva, casi como un escarabajo gigante. Aun así, su motor trasero V8 refrigerado por aire lo convirtió en una rareza mecánica muy buscada.
Precio actual en subastas: entre 40.000 y 60.000 euros.
Motivo del precio: historia política, rareza extrema y diseño único.
4. Weber Sportscar Faster One – Belleza no, velocidad sí
Este superdeportivo suizo tiene una aerodinámica que parece dibujada por un niño hiperactivo. Sin embargo, bajo esa carrocería discutible hay más de 1.200 CV de potencia y una velocidad que supera los 400 km/h.
Precio estimado: más de 1 millón de euros.
Motivo del precio: prestaciones extremas, exclusividad total (apenas unas unidades).
5. Peel P50 – El coche más pequeño (y feo) del mundo
Este mini coche británico es más pequeño que un carrito de supermercado. Su diseño es casi de juguete, pero se convirtió en un símbolo pop. Hoy, encontrar uno original es misión imposible.
Precio actual en subastas: hasta 150.000 euros.
Motivo del precio: récord Guinness, cultura pop, coleccionismo extremo.
¿Por qué estos coches tan feos son tan caros?
Buena pregunta. Aquí algunas razones que explican por qué los coches más feos del planeta son objeto de deseo:
1. Rareza absoluta
Muchos de estos coches se fabricaron en series muy limitadas. La escasez dispara su valor.
2. Historia o cultura pop
Cuando un coche aparece en una película o serie de culto, su valor se multiplica. No importa si es feo.
3. Diseños únicos o adelantados a su tiempo
Algunos fueron tan “innovadores” que parecían ridículos en su época… y ahora son joyas por su atrevimiento.
4. Curiosidad mecánica
Hay modelos con motores o tecnologías tan raras que los coleccionistas los consideran tesoros técnicos.
5. Valor emocional o nostálgico
La nostalgia vende. Y mucho. Si un coche fue parte de tu infancia, probablemente estés dispuesto a pagar por tenerlo, aunque sea horrible.
¿Te comprarías uno?
La fealdad, en el mundo del motor, a veces se transforma en arte. Aunque no lo creas, hay coleccionistas dispuestos a pagar cifras desorbitadas por un coche solo por lo raro que es.
Así que sí, puede que no ganen ningún concurso de belleza, pero estos coches feos valen más que muchos deportivos de alta gama, y lo hacen por derecho propio.
Conclusión
Estos coches tan feos que existen en el planeta os demuestran que el valor de algo no siempre está en su apariencia. A veces es la historia, la rareza o simplemente el capricho del mercado lo que convierte una rareza en una joya.
La próxima vez que veas un coche que te parezca horroroso, piénsalo dos veces antes de reírte… podría valer más que tu piso.













