Si tienes una tortuga como mascota y de repente deja de comer, es normal que te preocupes. Puede que te preguntes si es algo pasajero, si está enferma o si simplemente está siendo caprichosa. Saber qué hacer si mi tortuga no quiere comer es fundamental para mantener su salud y bienestar, ya que la alimentación es uno de los pilares más importantes para su desarrollo.
En este artículo te explicamos las posibles causas por las que una tortuga deja de comer, cómo actuar en cada caso y cuándo es necesario acudir al veterinario. Tanto si tienes una tortuga terrestre como acuática, estos consejos te ayudarán a entenderla mejor y a tomar las decisiones correctas.
¿Es normal que una tortuga deje de comer?
La respuesta corta es: depende. Las tortugas pueden pasar varios días sin comer por razones completamente normales, como cambios de temperatura, hibernación o adaptación al entorno. Sin embargo, también puede ser un síntoma de enfermedad, estrés o problemas en su hábitat.
Por eso, si te preguntas qué hacer si mi tortuga no quiere comer, lo primero es observar su comportamiento, su entorno y su aspecto físico. Un cambio en el apetito, especialmente si va acompañado de otros síntomas, puede indicar que algo no va bien.
Causas comunes por las que una tortuga no come
Estas son algunas de las razones más frecuentes por las que una tortuga puede perder el apetito:
1. Temperatura inadecuada
Las tortugas son animales de sangre fría, por lo que necesitan calor externo para activar su metabolismo. Si su hábitat está demasiado frío, es normal que deje de comer.
Solución: asegúrate de que tiene un área con luz UVB y una fuente de calor. La temperatura ideal depende de la especie, pero suele rondar entre los 25 °C y 30 °C durante el día.
2. Cambio de entorno o estrés
Un cambio de acuario, de comida o incluso de ubicación en casa puede estresarla. Las tortugas son animales sensibles a los cambios, y el estrés puede hacer que no coman durante varios días.
Solución: mantén la calma, reduce el ruido y dale tiempo para adaptarse. Evita manipularla en exceso si notas que está estresada.
3. Hibernación o brumación
Muchas tortugas, especialmente las terrestres, hibernan en invierno o reducen su actividad (brumación) cuando baja la temperatura. Durante este tiempo, es normal que no coman o coman muy poco.
Solución: si sabes que es época de hibernación y la temperatura ha bajado, probablemente sea un proceso natural. Infórmate sobre si tu especie debe hibernar o no y consulta con un veterinario para hacerlo de forma segura.
4. Problemas en el agua (en tortugas acuáticas)
El agua sucia, con mal pH o temperatura incorrecta puede provocar que tu tortuga no se sienta cómoda y deje de comer.
Solución: limpia el acuario con frecuencia, usa un buen filtro y vigila la calidad del agua y su temperatura (entre 24 °C y 28 °C para la mayoría de especies acuáticas).
5. Alimentación inadecuada o aburrida
Si le das siempre el mismo tipo de comida o no le estás dando lo que necesita, puede que simplemente no le apetezca comer.
Solución: revisa su dieta. Las tortugas necesitan una alimentación variada según su especie (herbívora, omnívora, carnívora). Prueba con vegetales frescos, frutas, proteínas o piensos específicos de calidad.
Qué hacer si mi tortuga no quiere comer: pasos concretos
Ahora que ya conoces las causas más comunes, te explicamos qué puedes hacer paso a paso si tu tortuga ha dejado de comer:
1. Verifica la temperatura del entorno
Utiliza un termómetro para medir el agua o el terrario. Si está por debajo del mínimo recomendado, corrige el ambiente con lámparas de calor o calentadores.
2. Revisa la luz UVB
Las tortugas necesitan luz ultravioleta UVB para metabolizar el calcio y tener apetito. Si tu lámpara UVB tiene más de 6 meses, probablemente haya perdido eficacia. Cámbiala si es necesario.
3. Observa si hay otros síntomas
¿Tiene los ojos hinchados, secreción nasal, caparazón blando o está inactiva? Si ves cualquiera de estos signos, acude a un veterinario especializado en reptiles.
4. Cambia su alimentación de forma gradual
Introduce nuevos alimentos de forma progresiva. Por ejemplo, si solo le das pienso, prueba con trocitos de zanahoria, calabacín, manzana o proteínas como lombrices o pescado (según la especie). La variedad estimula su apetito.
5. Evita tocarla en exceso
Demasiada manipulación puede causarle estrés. Déjala tranquila, obsérvala sin molestarla y limita el contacto físico a lo imprescindible.
6. Dale baños de agua tibia
En el caso de las tortugas terrestres, bañarlas en agua tibia durante 10 minutos puede ayudar a hidratarlas, estimular el apetito y favorecer el tránsito intestinal.
¿Cuánto tiempo puede estar una tortuga sin comer?
Depende de la edad y la especie. Una tortuga adulta sana puede pasar hasta 1 o 2 semanas sin comer, pero en crías o tortugas enfermas, es peligroso dejar pasar más de 3 o 4 días sin actuar.
Si tras seguir todos estos pasos tu tortuga sigue sin comer, llevarla al veterinario es imprescindible. Podría estar deshidratada, tener parásitos o estar padeciendo una infección que necesita tratamiento profesional.
Conclusión: tu tortuga te está diciendo algo
Cuando te preguntas qué hacer si mi tortuga no quiere comer, estás enfrentando una señal de alerta que no debes ignorar. Aunque a veces es algo pasajero o natural (como la hibernación), en muchos casos hay algo en su entorno o salud que debes corregir.
La clave está en observar, adaptar y actuar con rapidez. Con un poco de paciencia y los cuidados adecuados, tu tortuga recuperará el apetito y volverá a estar activa, curiosa y feliz.













