En un giro inesperado de los acontecimientos, Álvaro Arbeloa ha anunciado que deja definitivamente cualquier vinculación con el fútbol para dedicarse a su verdadera vocación: ser cono de seguridad vial.
«Durante años me dijeron que era un cono. Pues he decidido abrazarlo con orgullo», declaró Arbeloa en rueda de prensa, mientras posaba inmóvil al lado de una rotonda. «El fútbol fue bonito, pero estar plantado sin moverse es lo mío».
Fuentes cercanas al exlateral aseguran que lleva semanas entrenando en glorietas y obras públicas, perfeccionando su inmovilidad y resistencia al viento. «Le va bien. El otro día, un operario intentó recogerlo pensando que era un cono de verdad», afirmó su preparador personal, un bolardo.
Arbeloa asegura que no se arrepiente. «Cuando jugaba en el Madrid ya me quedaba quieto mientras los extremos rivales me pasaban por al lado. Esto es lo mismo, pero con chaleco reflectante».
Se rumorea que su primer contrato será con el Ministerio de Transportes, quien valora su experiencia previa en marcar zonas de paso y no estorbar demasiado.
El exfutbolista ya ha rechazado ofertas del fútbol amateur y del curling. “No quiero volver a moverme nunca más”, sentenció con firmeza.
Madrileña calle.Gaztambide, esta mañana. Radares ocultos.
Carmena a full.#NoEsCoña pic.twitter.com/oIoW5dXYAb— Pablo G. Vázquez (@pablogvazquezz) 8 de octubre de 2018













