Si te gustan las recetas de toda la vida, con sabor a hogar y ese toque que solo da lo casero, los huevos encapotados son una opción perfecta para ti. Crujientes por fuera, cremosos por dentro, y con un corazón de yema que se deshace en el plato, este plato tradicional ha pasado de generación en generación como una joya escondida de la cocina española.
En este artículo descubrirás qué son los huevos encapotados, cómo prepararlos paso a paso y qué trucos puedes seguir para que te queden perfectos. Te adelantamos algo: son más fáciles de hacer de lo que imaginas, y el resultado es espectacular.
¿Qué son los huevos encapotados?
Los huevos encapotados son una receta clásica que consiste en huevos cocidos o escalfados que se envuelven en bechamel, se empanan y se fríen, resultando en una delicia con contraste de texturas y sabores. El exterior queda crujiente, mientras que el interior ofrece una mezcla cremosa entre la clara y la yema.
Su origen es humilde, como muchas grandes recetas, y se han convertido en una excelente forma de aprovechar ingredientes sencillos con una elaboración que realza lo simple hasta lo sublime.
Ingredientes para hacer huevos encapotados (para 4 personas)
4 huevos
2 cucharadas de harina
2 cucharadas de mantequilla
500 ml de leche
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Harina (para empanar)
2 huevos batidos (para rebozar)
Pan rallado
Aceite para freír (preferiblemente de oliva suave)
Cómo hacer huevos encapotados paso a paso
1. Cocina los huevos
La forma tradicional es cocerlos durante 9-10 minutos hasta que estén duros. Luego los enfrías en agua y los pelas con cuidado. Si prefieres un interior más cremoso, puedes escalfarlos en agua con vinagre y cocinarlos solo 3 minutos para que la yema quede líquida.
Consejo: Si es la primera vez que haces la receta, usa huevos duros. Son más fáciles de manipular.
2. Prepara una bechamel espesa
En una sartén, derrite la mantequilla y añade la harina. Remueve bien durante un par de minutos para que la harina se cocine. Después, añade la leche caliente poco a poco, sin dejar de remover.
Cuando la mezcla espese, sazona con sal, pimienta y nuez moscada. La bechamel debe quedar espesa, pero manejable, para poder cubrir los huevos.
3. Encapota los huevos
Corta los huevos duros a la mitad o déjalos enteros. Coge una cucharada generosa de bechamel y envuelve completamente cada huevo o mitad de huevo, formando una especie de croqueta grande.
Coloca los huevos encapotados sobre una bandeja enharinada y deja enfriar al menos 30 minutos en la nevera para que se compacten.
4. Empana los huevos
Pasa cada huevo por harina, huevo batido y pan rallado, asegurándote de que el rebozado queda bien sellado por todos lados. Esto evitará que se abran al freírlos.
Tip adicional: Puedes repetir el empanado (doble capa) para un resultado más crujiente.
5. Fríe los huevos
En una sartén con abundante aceite caliente (175-180 °C), fríe los huevos encapotados hasta que estén dorados y crujientes por fuera. Escúrrelos sobre papel absorbente.
Sirve inmediatamente, cuando aún están calientes, para disfrutar del contraste entre el crujiente y el interior jugoso.
Variaciones de la receta
Huevos encapotados con jamón
Puedes añadir una loncha de jamón serrano entre el huevo y la bechamel. Aporta un sabor increíble y es una de las versiones más tradicionales.
Huevos encapotados con queso
Un trocito de queso dentro del rebozado, junto al huevo, convierte esta receta en un verdadero festival de sabor fundido.
Huevos encapotados con bechamel de ajo o cebolla
Dale un toque distinto a la bechamel añadiendo ajo confitado o cebolla caramelizada antes de envolver los huevos.
¿Con qué acompañar los huevos encapotados?
Los huevos encapotados son tan sabrosos que pueden servirse solos como tapa o entrante. Pero también combinan de maravilla con:
Ensalada verde o de tomate y albahaca
Pimientos asados o salteados
Puré de patata suave o crema de verduras
Arroz blanco o cuscús con especias
Son una excelente opción para comidas informales, picoteos o para una cena original que sorprenda a todos.
Consejos para que salgan perfectos
No uses una bechamel líquida: tiene que ser densa para envolver bien.
Deja enfriar antes de empanar: esto evita que se deshagan al freír.
Usa pan rallado fino o panko para conseguir un rebozado más crujiente.
Fríe en aceite bien caliente, pero sin que humee, para que queden dorados sin absorber demasiado aceite.
¿Son difíciles de hacer?
Aunque a primera vista puede parecer una receta elaborada, lo cierto es que hacer huevos encapotados es más fácil de lo que parece. Solo necesitas paciencia en los pasos previos y algo de organización. Una vez que dominas la técnica, es una receta que puedes repetir con mil variantes y adaptar a tus gustos o los de tus invitados.
Conclusión
Los huevos encapotados son una de esas recetas tradicionales que, aunque no se ven todos los días, nunca fallan cuando se sirven en la mesa. Su textura crujiente, su interior suave y la posibilidad de personalizarlos hacen que sean perfectos tanto para sorprender en una ocasión especial como para dar un toque diferente a tu menú semanal.
Ahora que ya sabes cómo se hacen, solo te falta ponerte manos a la obra. Con ingredientes simples y mucho cariño, puedes lograr una receta digna de los mejores bares de tapas.













