Anna Dovgalyuk, es una estudiante de derecho Rusa que ha decidido luchar contra el manspreading, (El manspreading es como se llama a la forma que tienen de sentarse con las piernas abiertas algunos hombres en algún tipo de transporte público).
Para esta lucha a decidido salir a la calle con una botella llena de agua y lejía y rociar a todo hombre que vea con las piernas abiertas en el metro de San Petesburgo en Rusia. El vídeo se ha convertido en todo un fenómeno viral en las redes sociales.
La feminista calificó como un «acto repugnante» la costumbre de sentarse con las piernas abierta y molestar, de esta forma, a las mujeres que se sientan junto a ellos.
La joven también asegura que hace esto para: “que todos comprendan qué parte del cuerpo controla el comportamiento de los hombres”.
Fuentes : El Mundo