Concretamente crossdressing es un término moderno para referirse al travestismo; consiste en una persona vistiéndose como si fuese del otro género; es decir, si es mujer, como hombre y viceversa.

El crossdressing es una moda que no solo se ha incrementado en los últimos años, sino también se ha difundido a través de las redes sociales y nuevas plataformas de comunicación con el reclamo de determinados derechos.

Al mismo tiempo, y debido a que en muchos casos se trata de una moda, travestirse al otro género no necesariamente implica definir identidad u orientación sexual. Tal es así que hay muchos hombres que se ponen faldas o tacos y no por eso son homosexuales pese al gran prejuicio social de “Se viste así porque lo excitan lo hombres”.

Es por ello que hay quienes aseguran que los crossdresser sólo se visten del otro género para ocasiones especiales para, luego, volver a su condición natural y que esto último es, justamente, la diferencia con respecto a los travestis.

En cambio, los travestis o transexuales modifican su género de manera definitiva y con todos los requisitos posibles: dejándose el pelo largo o rapándose, utilizando las prendas de ropa adecuadas, etc.

Sin embargo, hay personas crossdresser que admiten cambiar de género no de forma definitiva, pero sí durante varias horas a la semana para, por ejemplo, tener sexo con su pareja.

No obstante, cabe destacar que el crossdressing en el mundo es llevado adelante más por varones que por mujeres, lo que marca una tendencia en dicha costumbre o actividad.

Motivos que incrementan el crossdressing

En un contexto en el que muchos se preguntan a qué se debe el aumento de personas vistiéndose como si fuesen del otro género, hay al menos tres razones para tomar esta decisión: la persona se quedó sin trabajo y le ofrecieron dinero a cambio de que lo hiciera; el propio crecimiento de la moda que arrastra cada vez a más gente; y los que desde muy chicos/as se identifican en algunos aspectos con el otro género.

   El negocio del crossdressing, otra tendencia que crece

Al incrementarse la popularidad de una actividad o costumbre, el surgimiento de negocios y servicios vinculados a ello es inmediato.

Así, existen personas que se dedican a vender prendas para travestis; bares, boliches y lugares de baile que realizan eventos con el fin de difundir la moda y, claro está, ganar dinero; y eventos públicos o privados que incluyen bailes o desfiles crossdressing.

Además, puede haber hasta peluquerías especializadas en looks que implican un cambio de sexo con el objetivo de beneficiar a estas personas y otros negocios desconocidos (o muy poco difundidos) hasta el momento.

De todos modos, los profesionales que poseen cada vez mayor demanda producto del incremento del crossdressing o travestismo son los maquilladores y vestuaristas, quienes se encargan de brindar asesoramiento a miles de personas respecto a esta moda.

Así, son millones las personas involucradas en el crossdressing entre las que la se sumaron hace muchos años y las recientes; se trata de un fenómeno mundial cuya tendencia continuará creciendo.

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